Vaya concierto...
Una gran afluencia de público a quienes no les importó el precio ni lo fría de la tarde, fue el marco que recibió a Sudakaya está mimada banda ambateña que gozó junto a su público de una exhibición de buenísima música con un sonido de primera en las instalaciones de la Alianza Francesa de Quito.
Gran Clan abrió en encuentro con una energía conmovedora de un prometedor proyecto de funk al cual poco le faltó para poner a bailar a los asistentes que de a poco comenzaban a arribar al lugar. "Galáctica" fue la canción que encendió a más de uno, más que nada por la clásica evocación funk a los "dioses del Olimpo" es decir George Clinton y James Brown.
La Piñata sería la siguiente banda en aparecer en escena con un sol radiante que se volvía la introducción a un viento frío de verano que en estas tierras suele ser sumamente habitual. Madurando... Sería un título creativo para las mezclas rítmicas que presentaron, en las cuales se percibía un ambiente de intensa ambigüedad y impaciencia de parte del público que esperaba nada más el plato fuerte.
Cinco horas con treinta y ocho minutos dieron, y un vaivén matizaba la nube de humo que hacía de atmosfera frente al escenario. Instantes de tensión por la aparición del carismático guitarrista Hugo Caidedo que al unísono con un imponente Guanaco hicieron gritar al auditorio "Escucha lo que digo, nuestro tiempo ha empezado ahora, hoy me siento más vivo..." cayendo en un frenesí al que ninguno de lo asistentes nos pudimos negar a caer.
Alrededor de una hora y diez minutos los Sudakas permanecieron sobre el escenario al cual no hizo falta ponerle barreras de protección pues el ánimo de la gente se mantuvo siempre en el respeto y alegría por la gran exhibición musical que estaban disfrutando.
Varios invitados en el escenario le dieron un toque de diversidad rítmica bien conjugada por la perfomance de los ambateños que calladamente y con la trascendencia como quimera han cautivado a más de uno, y ahora como todo buen equipo tienen una hichada fiel.
Con viejas y nuevas canciones además de constantes despedidas y agradecimientos cada que el ritmo paraba, se fueron con la misión de ayudar a que la música ecuatoriana inicie el vertiginoso camino hacia el reconocimiento global.
No queda decir más que gracias por habernos brindado tan buen espectáculo y una tarde que seguramente permanecerá como un grato recuerdo de una experiencia musical sumamante gratificante.
Carácter y buena fortuna en Europa.
Andrés Sebastián Cobos Rivadeneira
Brutalidad Ec
Radio Activa UIO
andrescr_720@hotmail.com
Quito, Ecuador
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